BIOCLIMATIC REPORT FOR A SINGLE FAMILY HOUSE. Burgos

Villatuelda, Burgos. Spain.

Author: Raúl Alonso Estébanez & Interurbano

 

ORDENACIÓN

Las orientaciones sur son las más adecuadas, siendo aceptables las este. Deberá tenerse en cuenta la protección contra el viento en épocas frías y el aprovechamiento de las brisas en períodos cálidos, siendo la mejor disposición, tomadas ambas condiciones en cuenta, la que oriente sus fachadas principales a noreste y suroeste.

La ordenación residencial más adecuada es la libre y abierta, donde los edificios tiendan a mezclarse con la Naturaleza.

Amplias zonas de vegetación de bajo porte –no césped- propias de la zona con grupos de árboles para proporcionar sombra son beneficiosos. En la etapa de proyecto es importante tener en consideración la relación existente entre el exterior y el interior de la edificación. La utilización de los espacios externos adyacentes a zonas interiores podrá alargarse durante varios meses, siempre y cuando estén bien diseñados.

La situación más favorable para la vegetación, uniendo sus efectos refrescantes y de protección del aire, es en la orientación Nor Este, con una densidad y altura medias y siempre de hoja caduca, tomando en cuenta la duración total del año. Con ello se prima el efecto refrescante del verano y la entrada de la luz en invierno, frente a la protección del viento en condiciones de frío, que no permitiría ni el efecto refrescante en épocas cálidas ni una correcta radiación en invierno si la vegetación está cerca del edificio.

DISEÑO

Esta región permite distribuciones más flexibles y formas relativamente más libres que otras más extremas como las cálidas o las frías. –secas o húmedas-. Es posible y beneficiosa una relación muy estrecha entre casa y naturaleza.

El amplio margen de condiciones térmicas requiere el aprovechamiento de la radiación, del efecto de los vientos y de la protección contra ellos. Así, la edificación deberá ejercer un doble papel.

La libertad en la planta de distribución se caracteriza por la conexión espacial entre las zonas internas y externas. Los edificios deberán tener aberturas principalmente hacia el Sur y permanecer protegidos del Oeste en verano y del norte en invierno. Los dormitorios deberán situarse en lado este. El porche deberá situarse al sur y/o al este, pudiendo utilizarse un 31% del año. Si se cierra con acristalamiento podrá ser utilizado hasta un 61%.

Las alas de las edificaciones que se alargan en sentido N-S reciben menor impacto que en otras zonas. Por tanto, en esta región es posible diseñar edificios cuya planta tenga forma de cruz; no obstante, las extensiones según el eje E-O son las más favorables. La forma óptima es la que tiene las proporciones 1 / 1,6. El efecto volumen resulta así más eficiente.

La orientación Sur con una ligera tendencia al este (15º) asegura una la distribución calorífica equilibrada. En este caso la situación y geometría del solar provoca la tendencia de colocar las orientaciones N, S, E y O con un giro de 17º en el sentido de las agujas del reloj. Esto hace que la orientación Sur tenga una pequeña componente Oeste, sin llegar a ser suficiente para ser tenida en cuenta como diferente a la orientación sur en términos generales. La orientación de los edificios debe estar en relación con la exposición a los vientos.

Es necesario prever una ventilación cruzada adecuada. Aquellas áreas donde se produce humedad deberán separarse del resto de la edificación. La penetración de los rayos solares es beneficiosa, por lo que las profundidades interiores no deberán ser excesiva. Se potenciará la acumulación de energía por medio de materiales de alta inercia térmica, principalmente en suelos y algunos paramentos.

Los colores medios son los más adecuados. Los oscuros se utilizarán solamente en espacios protegidos del impacto solar. La superficie exterior de la cubierta, si no es vegetal, deberá ser de color claro.

CONSTRUCCIÓN

La distribución de las ventanas es de vital importancia para el equilibrio calorífico interno. Las superficies acristaladas orientadas a sur funcionan bien desde el punto de vista estacional. Es necesario proporcionar protección contra la radiación estival. Las aberturas deberán estar protegidas por pantallas o filtros –fijos, a ser posible- y su situación deberá permitir la ventilación cruzada. En las fachada Oeste y Norte, por razones opuestas, las ventanas deberán ser pequeñas. Las superficies acristaladas con un solo vidrio transmiten una cantidad de calor media 10 veces superior (en algunas exposiciones hasta 30 veces) a la transmitida por un muro sin aislamiento.

Deben evitarse los materiales absorbentes de la humedad o los que pueden sufrir el efecto de congelación. La penetración de la lluvia y la humedad predominarán en la fachada Nor-Este.

Es conveniente proporcionar una ventilación cruzada a través de la parte superior de las estancias que pueda cerrarse en invierno. Un ventilador de techo puede ser también efectivo. Se tendrán en cuenta las posibles acumulaciones de nieve y lluvia. Es aconsejable el uso de cubierta ecológica con aljibe, que deberá calcularse en función de los regímenes de lluvias de la zona.

La capacidad de aislamiento frente a las bajas temperaturas deberá diseñarse en función del gradiente térmico máximo invernal de 18,9 ºC -Marzo-. El aislamiento requerido en relación a la orientación Sur es: E y O, 1,3; N, 1,4; Cubierta, 1,5. Para poder equilibrar la distribución calorífica interna, el material del muro Oeste debe tener un retardo de por inercia de en torno a 6 horas. Una barrera de vapor situada en el lado cálido previene la condensación.

Para proteger edificaciones bajas se plantarán árboles de hoja caduca principalmente en el lado Oeste, y algo menos en el Este, a unos 68º del eje sur. Además de eso, pueden utilizarse celosías verticales a Este y sobre todo a Oeste, voladizos y/o celosías horizontales a Sur, y prácticamente ninguna a Norte. En caso de hacerlo, Serán de lamas verticales.

La temperatura estival de las zonas enterradas permanece aproximadamente en un punto medio entre las temperaturas del suelo a una profundidad de más de 4 m, igual a la media del año (10,1 ºC) y la temperatura media diaria –en Julio- (18,4ºC), es decir, en los 14,23 ºC aproximadamente. La deshumidificación es conveniente en alrededor de un 40 % del año.

El 13,79% del año, 1.208 horas, se llega al bienestar con simple sombreamiento. El resto del tiempo, 7.552 horas anuales, es necesario introducir energía en el interior de la edificación. De estas 7.552 horas:

– 2.257 h (29,88 %) se podrían abastecer por medio de sistemas solares activos, si las condiciones lo permiten.

– 2.120 h (28,07 %) se podrían abastecer por medio de sistemas solares activos, si las condiciones lo permiten.

– 1.482 h (19,63 %) se podrían abastecer por medio de las ganancias internas, dependiendo de la que existan.

– 921 h (12,19 %) se deben abastecer por medio de sistemas calefacción convencional.